Vamos a realizar un ejercicio de respiración, a modo de juego, con el que los niños entrenarán su respiración de manera distendida. A este ejercicio se le denomina “Respiración de la abeja“:
- Nos sentamos en el suelo en una postura cómoda.
- Con los dedos índices nos tapamos los oídos.
- Cerramos la boca y emitimos un sonido como el de abeja cuando vuela “mmm…”
- Aumentar y disminuir ese sonido prestando atención a la vibración que se produce.
- Mantener ese sonido durante 1 o 2 minutos.
- Seguidamente pediremos que la mitad de los niños se queden sentados con las manos sobre los ojos.
- La otra mitad se levanta y, realizando el sonido tal y como se ha señalado, se irán dirigiendo hacia cada uno de los niños que permanecen sentados, “revoloteando” y emitiendo el sonido como si fueran abejas.
- Ahora, se intercambian los papeles siendo los niños que permanecían sentados lo que “revolotean” alrededor de los otros emitiendo el sonido de la abeja.
Terminado el ejercicio les preguntaremos a los niños que han sentido: cosquillas, miedo a que les piquen las abejas, etc…