La práctica regular del Yoga nos aporta bienestar físico, mental y espiritual. Regulando adecuadamente nuestra respiración estamos ayudando a calmar nuestra mente y a prevenir muchas enfermedades, tanto las comunes a cualquier cultura como las más específicamente relacionadas con la cultura del mundo occidental como puede ser el estrés y la ansiedad por mencionar algunas patologías.
Nuestra calidad de vida es fruto de nuestros hábitos, de nuestra forma de afrontar la vida y de nuestra relación con el trabajo.
Las calles repletas de gente, los centros comerciales masificados, las prisas en las entregas, los horarios rígidos, coches y ruido por todas partes… todo desemboca en un estado de estrés permanente que mina nuestra salud, nos proporciona trastornos emocionales, adelanta nuestra vejez y nos va matando lentamente; hasta que decidimos hacer algo al respecto.
El Yoga, en cualquiera de sus formas y escuelas, nos permite volver a adquirir la armonía perdida, aunque no sin esfuerzo, ya que es un trabajo de titanes remar contra corriente.
La vida, sobretodo la de las grandes ciudades, deja poco hueco para encontrar momentos de paz en nuestro día a día; y ese es el gran reto que tenemos ante nosotros y al que nos enfrentamos. Lo verdaderamente complicado es salir de ese “guión” para meternos plenamente en el estilo de vida que propone el Yoga como herramienta de transformación personal.
La combinación de posturas de Yoga o Asanas con la práctica de la meditación aporta multitud de beneficios físicos, mentales, emocionales y espirituales que resumo a continuación:
- Fortalece los músculos de todo el cuerpo
- Proporciona elasticidad a la columna vertebral
- Aporta serenidad, auto-control y equilibrio
- Alivia tensiones y dolores físicos
- Atenúa la artritis
- Nos ayuda a aceptar nuestro cuerpo
- Favorece la conciencia del aquí y el ahora
- Nos ayuda a perdonar
- Aporta satisfacción personal
- Alivia el asma
- Mejora la circulación sanguínea
- Nos ayuda a valorar las pequeñas cosas
- Disminuye el estrés y la ansiedad
- Hace aumentar la concentración y la memoria
- Alivia sentimientos de tristeza, odio y rabia
- Facilita el sueño profundo
- Aporta equilibrio interior
- Nos ayuda a superar los miedos
- Nos enseña a relajarnos
- Alivia la fatiga
- Ayuda a disminuir los síntomas del envejecimiento
- Mejora la respiración
- Limpia y desintoxica la piel
- Mejora nuestra vida sexual
- Ayuda a combatir la depresión
- Facilita de toma de decisiones
- Aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo
Además de este extenso listado de beneficios, el Yoga aporta mucho más al desarrollo personal del practicante. Cada persona debe de experimentar “Su propio Yoga” basado en su experiencia vital y en su trabajo diario.